Procuré no ver a Mariano hoy. Le puse una
excusa, no de las mejores, pero por lo menos sirvió para convencerlo. No puedo
verlo a los ojos, no quiero verlo, al menos no por ahora. No hasta no saber qué
debo hacer. No sé si decirle quién soy yo, si decirle quién es él, si hablar
con mi padre o… O simplemente dispararle y que todo termine con él. Así la
guerra habrá acabo. Así ya no habrá herederos de la sangre de Simón. ¿Por qué
trato de engañarme? No podría dispararle a Mariano, jamás.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 comments:
Post a Comment