Soy mamá. Sujetar a mi propio hijo entre
mis brazos es algo imposible de expresar en palabras. Quizás ni siquiera deba
malgastar mi tiempo en intentar hacerlo.
Tiene los mismos rasgos que su padre, es
casi como su vivo reflejo. Incluso tiene la misma marca en el mismo hombro. La
misma Cruz marcada a fuego, marcando su destino, maldiciéndolo.
Sé que debo hacer algo, sé que debo tomar
una decisión, sé que no puedo dejar esto al azar.
0 comments:
Post a Comment