¡Mariano me invitó a salir! No puedo creer
que me haya invitado a salir. Todavía no caigo. No sé, fue todo tan de repente.
Repito el momento una y otra vez en mi cabeza. Incluso no pude disimular la
felicidad durante la cena. Por suerte, mi madre cambió de tema cuando mi padre
me preguntó al respecto. No hubiese sabido responder. Ah, que ridícula me
siento.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 comments:
Post a Comment